Este fin de semana pasado tuvo lugar la primera edición de la Madrid Games Week desde el jueves día 7 (el día de prensa) hasta ayer domingo. En SavePoint, como ya sabéis, estuvimos por allí realizando entrevistas (como la que publicamos sobre Gran Turismo 6) y queremos que sepáis un poco qué se coció en el pabellón 8 del IFEMA.
Lo primero que vimos según entramos fue el stand de Microsoft que, como era natural, estaba volcado de lleno en la nueva máquina que estará a la venta en tan solo 11 días, aunque no por ello se habían olvidado de Xbox 360, una consola para la que aún darán soporte durante un tiempo en el que estarán conviviendo tanto esta como Xbox ONE en lo que ONE se instala bien en el mercado de los jugadores. Había una gran variedad de títulos y muchos puestos de juego en un stand enorme en el que no sólo había cuartos separados para los títulos con un PEGI 18, sino que incluso tenían un tanque para promocionar World of Tanks, un coche para llamar la atención a los fans de Forza y que se acercaran a probar Forza Motorsport 5 y también había una figura de escala 1:1 de un legionario romano, además de un grupo de hombres de carne y hueso disfrazados como salidos de ese mismo juego por el que estaba todo eso, es decir, Ryse, uno de los juegos que estarán para el lanzamiento de Xbox ONE.
En este stand no se echaba en falta ninguno de los juegos de lanzamiento de ONE, que a fin de cuentas al tratarse de una feria volcada al público y que éste lo que esté deseando es probar la nueva consola, pues es un acierto. Allí estaban Killer Instinct, Kinect Sport Rivals, Dead Rising 3 y hasta Peggle 2 o Max the curse of brotherhood. Una gran variedad de catálogo escogido para la feria para que los asistentes pudieran acabar con los zombies, meterse en la arena del coliseo, conducir un cochazo de lujo, practicar deporte, bailar, etc.
Justo enfrente de esta zona tan asociada al color verde, teníamos a la competencia directa, a los otros que lanzarán su nueva consola de sobremesa en nuestro país tan solo siete días después. Ahí estaba la zona de PlayStation con un amplio stand en el que teníamos un montón de PS3, PS Vita y, como es natural, PS4. Aquí también nos encontrábamos con muchísimos puestos de juego y había títulos como The Last of Us, Destiny, Gran Turismo 6, Drive Club, NBA 2K14, Hohokum, Kingdom Hearts 1.5 HD Collection o Resogun. Al igual que su competidora, en Sony se había puesto prácticamente toda la carne en el asador a la hora de mostrar los títulos nuevos, a pesar de que sorprendían la cantidad de consolas con The Last of Us o Beyond, que son dos juegos que ya están a la venta para PS3 aunque sean de los más fuertes de este año para la marca.
La tercera de las compañías con hardware es Nintendo que tuvo un stand muy centrado en el juego en familia y en las experiencias multijugador y que además tenía varias actividades para entretener a su público, pidiendo por ejemplo que la gente se disfrazara, que hiciera algo en concreto con algún juego o incluso sacando a Mario y a Luigi de vez en cuando para saludar y hacerse fotos con los fans. Había un montón de juegos para probar como New Super Mario Bros, Bayonetta 2, Super Mario 3D World, Animal Crossing, Sonic Lost World… pero los puestos de juego no estaban tan organizaditos como los de sus competidoras y hubo bastantes líos entre la gente que hacía cola en los días abiertos al público, aunque por otra parte, a la hora de jugar era más cómodo en algunos de los juegos al haber asientos. En el decorado podíamos ver por ejemplo la espada maestra de The Legend of Zelda, capturando la mirada y atención de todos los seguidores de las aventuras de Link, o también teníamos unas figuras de los tres pokémon iniciales de la nueva entrega. Sin duda, la compañía supo cómo atraer la atención sin necesidad de llevarse coches deportivos y manteniendo su esencia de estar abierta para todos los públicos.
Vistos los tres stand más grandes, aún nos quedaba bastante en la feria y por ejemplo Namco Bandai tenía un buen número de juegos para el público otaku, entre los que estaban los nuevos de One Piece, presentados con el barco pirata de Luffy y su tripulación. A eso se sumaba el de Saint Seiya: Brave Soldiers, Dragon Ball Z: Battle of Z y uno de los más esperados: Dark Souls 2, del que tenían una hoguera del campamento donde uno descansa y continúa sus partidas y también tenían a un guerrero como salido del juego. Por supuesto, las máquinas recreativas de Tekken no podían faltar, así como motos para jugar al próximo MotoGP o el ya famoso coche de Formula 1.
Dejando ese stand atrás, también estaban los de EA con su Battlefield 4 y su FIFA como plato fuerte, Activision mostrando su recién lanzado Call of Duty Ghost y Badland Games dándolo todo con La Voz, el juego del programa de televisión, aunque también tenían por ahí el The Walking Dead y Deadfall adventures. Cada cual ofrecía lo que podía y aunque había un buen abanico de juegos, y más si a esto le sumamos los interesantes stands de retro y el de Made in Spain con títulos como Gods will be watching, seguía quedando bastante espacio libre en el pabellón donde aún cabían más cosas. No es que los stands que ya había tuvieran el espacio mal aprovechado, sino que había espacio sin contratar y que quizás para que no diera esa sensación de vacío y que un montón de metros de la nave se quedaran sin nada, podrían haberles regalado unos cuantos metros más a cada uno de los que decidieran ir ahí a mostrar sus juegos. Por otro lado, se echaban en falta un montón de compañías como Warner Bros, Konami, Ubisoft y sobre todo Koch Media que en España se encarga de la distribución de compañías como Tecmo Koei, Square-Enix, Sega o Capcom.
Han pasado dos años desde la última feria de videojuegos y en Madrid había ganas de una y ha quedado claro con los más de 52000 asistentes. Es imposible comparar esto con GameFest, la feria similar que tuvimos antes durante dos ediciones antes de que hubiera problemas con Game como todos bien sabéis. En GameFest teníamos más stands y más apoyo de las compañías y ya el primer año que también se contaba solo con una nave (para la segunda edición se alquilaron dos pabellones) estaban todo el espacio aprovechado con máquinas para jugar y además las compañías habían llevado regalitos para el público, mientras que en Madrid Games Week tan solo Nintendo tenía algunos detalles a modo de llaveros, camisetas, parches o libros. Seguramente parte de la culpa sea de la crisis y de que IFEMA, a pesar de ser organizadora, puede no haber sido demasiado flexible y por ello se han quedado tantas compañías fuera. No obstante, ya se ha anunciado la edición del próximo año al cerrarse las puertas de esta feria con una sonrisa y esperamos que se una más gente y haya más actividades y que sobre todo haya un programa a la vista (o incluso impreso) para que cada uno sepa qué va habiendo, porque ni siquiera se anunciaban las charlas y conferencias por megafonía y eso hizo que muchos no estuvieran al tanto de lo que se cocía en este Madrid Games Week.
Como cierre de esta crónica, tenéis una galería de imágenes para ver los stand, algunos de los grupos de gente que había y también los cosplay, que si bien esta vez no hubo muchos, eran muy bonitos y seguid atentos a la web porque tenemos más entrevistas para publicar y un buen número de contenido que puede ser de vuestro agrado sobre el mundo de los videojuegos.
