El título de hoy que pasa por nuestros mortíferos análisis es Silent Hill HD Collection, un recopilatorio de dos de los juegos de Konami de la saga numerada de sus Survival Horror más conocidos, pasados al HD e incluyéndose además dos doblajes en uno de ellos, el viejo y uno nuevo por quien se quejara del anterior y prefiera cambiar. Los juegos incluidos en el disco son Silent Hill 2 y Silent Hill 3, pero se dejaron fuera inexplicablemente Silent Hill 4 que también salió en PS2 y siempre en los HD collection se toman justo esos para la remasterización. Por supuesto, también se ha quedado fuera el primero de la saga y es una lástima en cuanto a que el pack se llame Collection y le falten varios, pero este es excusable al haber salido en la primera PlayStation y teniendo que currárselo muchísimo más para el upgrade.No pretendemos analizar los juegos, ya que estos siguen siendo los mismos que salieron en su día y, al igual que con cualquier otro collection que haya pasado por nuestras manos (como God of War Collection volumen 2 o Devil May Cry HD Collection) lo importante es la edición que se ha hecho de ellos y si merece la pena hacerse con ellos o mejor buscamos en el rastrillo los viejos.
El apartado grafico de ambos está mejorado en cuanto a haberle metido más definición, pero sin embargo ahora mismo Silent Hill 2 tiene menos niebla que antaño y muchos de los sustos o de la tensión se evaporan ante tener un ángulo de visión más extenso del que debería ser, quitándose así parte de la diversión de estar ahí a que las cosas te salten de repente y hagan que te de un vuelco. Silent Hill 3, por su parte no tiene ese problema tan pronunciado, pero también da la sensación de quedarse muy corto.
«si tenéis una PS2 (o una PS3 retrocompatible), casi sería mejor que os hicierais con los juegos para esa consola, que además han vuelto a ser reeditados recientemente y están por dos duros en las tiendas.»
Basicamente (o tirar de emulador también xD), y encima más barato. Estos de Konami no dan ni una en esta generación y es una pena la verdad.