(Análisis) Dead Island

Dead Island es un juego de acción en primera persona con toques de survival horror y de juego RPG, desarrollado por Techland, publicado por Deep Silver y distribuido por Koch Media, que salió a la venta el 9 de septiembre.

La historia gira en torno a la paradisíaca isla de Banoi, donde una infestación zombi tiene lugar involucrando al protagonista en su hotel de lujo del Royal Palms Resort. Esta ambientación está muy bien lograda, y se consigue además unos escenarios variados según avanza la historia.

El jugador y otros tres personajes resultan inmunes a la infección, por lo que serán capaces de ayudar a los supervivientes a organizarse y conseguir suministros, y más adelante investigar el origen de la plaga y el por qué de su inmunidad. Esta es la trama del juego, que sin ser muy complicada, cumple de sobras.

Dead Island cuenta con un gran mapa abierto, lleno de enemigos, vehículos, armas y objetos que se podrán utilizar para completar misiones o para crear y mejorar el equipamiento. Además, apenas hay tiempos de carga al ir por los escenarios.

La mayoría de los enemigos que los jugadores se encontrarán por Banoi son, obviamente, zombis. De estos hay diversos tipos, pero se pueden dividir básicamente en los normales o «fáciles de matar» (caminantes, infectados…), y los zombis especiales como los matones o los ahogados, que requerirán más esfuerzo para eliminarlos.

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