Con Final Fantasy XIII-2, Square-Enix quiso remendar todo lo que sus fans consideraban errores en FF XIII, o incluir aquello que tanto se pedía, es decir, ya que el otro era pasillero, en éste se metió más exploración. Puesto que se echaban en falta ciudades, esta vez contaremos con varias. Y como a todo el mundo le gusta comprarse cosas en las tiendas, más allá de los puntos de guardado, para este título se metió un personaje muy peculiar que hace las veces de vendedora ambulante, Chocobocolina también conocida como Chocolina..
¿Y con todo eso se superó lo que ya supuso en su día la decimotercera entrega de la saga que salvó de la quiebra a Squaresoft hace 25 años? Bueno, tendrás que leer el análisis para averiguarlo.
Tres años después de Huérfano.
La historia continúa exactamente desde el punto en que se quedó el anterior juego, aunque no es necesario haberlo jugado (sí recomendable), ya que se incluyen resúmenes exhaustivos antes de comenzar la partida para quien no recuerde qué pasó con todo el tema de Lu’cie, Fal’cie, Cieth, cristales… o para aquellos que no lo jugaron y no saben si lo harán, pero este nuevo título les llama como para ponerse manos a la obra con él.
Lo primero que se nos cuenta es que Lighting desapareció misteriosamente tras salvar ya el mundo una vez y que ahora está, no se sabe muy bien por qué, en el Valhalla luchando incesantemente contra Caius Ballad. Tres años después, se ve como un muchacho del futuro, Noel, llega a encontrarse con ella y ésta le ruega que busque a su hermana Serah, porque es la única que podrá salvar al mundo del mal que le avecina. Tras eso, comienza la verdadera aventura en el tercer año tras la muerte de Huérfano con Serah y Noel como protagonistas, viajando con un misterioso Mogurito con poderes extrasensoriales muy útiles para hacernos la vida más llevadera.
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