En la temporada 2010/11 el mundo de los simuladores de baloncesto dio todo un vuelco tras la cancelación de lo que iba a ser NBA Elite 11, el sucesor del histórico NBA Live de EA, de modo que a los amantes de los juegos de baloncesto solo les quedo la opción de los NBA 2K que además ese año daban un gran salto de calidad con NBA 2K11 contando con el apoyo de la Michael Jordan que regresaba a un juego de baloncesto tras varios años de ausencia.
A pesar de la desaparición de los NBA Live la saga de 2K continuó ofreciendo mejoras, aunque menores, en la versión del pasado año. Y esto tiene muchísimo mérito en el mundo de los juegos deportivos donde se lanza un juego por temporada y en este caso con la ausencia de un competidor que obligue a ponerse las pilas a los desarrolladores. De hecho, las mejoras que podemos observar cada año en sus homólogos de fútbol distan mucho de ser relevantes y bastante pequeñas en comparación con lo que hemos podido observar los últimos años en la saga NBA 2K. Sobre los cambios y mejoras útiles de NBA 2K13 ya os hemos dado unas pistas en nuestras primeras impresiones e incluso hemos podido tener una pequeña conversación con los comentaristas españoles que por primera vez participan en el juego, sin embargo tras probar el juego más a fondo, en este análisis desmenuzaremos todo el nuevo contenido que nos encontraremos y veremos hasta que punto cambia y mejora las anteriores ediciones del juego.
Evolución natural en el control del balón
Cuando se introdujo el control de tiro en el stick derecho y con las mejoras incluidas en el mismo en el NBA 2K11 ya se podía comprobar los rápido y fácil que era adaptarse a un control mucho más natural e intuitivo. Con está entrega, los chicos de Visual Concepts han querido llevar esa naturalidad en el control a todo el control del balón y no solo al tiro, ahora el dribbling, las fintas e incluso los pases se pueden controlar con este stick derecho sin perder por ello el control de tiro para el que tendremos que pulsar el L1 o LB (dependiendo del mando). Este cambio en el control hace que juguemos de un modo totalmente distinto y el juego de los partidos evolucionará de un modo mucho más fluido.
Es cierto que la primera impresión que nos encontraremos al enfrentarnos al nuevo control puede ser de estar algo perdidos pero los cambios en los controles siempre son traumáticos y lo compensa la gran mejora que experimentaremos una vez empecemos a aprender como funciona el juego.
Otra de las novedades en cuanto a jugabilidad es la inclusión de jugadas personales en la mayoría de los jugadores consiguiendo de este modo que cada jugador tenga una personalidad única. Esto se extiende además al modo MiCarrera donde podremos hacer uso de las VC para comprar jugadas estelares y combinarlas como mejor nos parezca de modo que nuestro jugador sea también único.
La versión de Xbox 360 tiene también una ayuda extra a la jugabilidad con su compatibilidad con el reconocimiento de voz de Kinect. Podremos dar ordenes a nuestro equipo marcando la jugada que vamos a realizar o el siguiente cambio y presionar al arbitro pero con el riesgo de cargar con una falta técnica.
En la versión de Wii U, aunque no tiene demasiadas diferencias con las de sus competidoras, también podremos encontrar ciertas características exclusivas debidas principalmente al nuevo mando. Para empezar podremos jugar únicamente con el Wii U Gamepad sin necesidad de televisión y si levantamos ligeramente el mando podremos ver las sombras de los jugadores en pantalla comprobando su cansancio acumulado.
La NBA es lo mejor cuando se trata de Basket, excelente pagina con bueno análisis.