Corpse Party: Book of Shadows, la reinvención del primero de los juegos de la saga, es decir, de Corpse Party Blood Covered, ya está entre nosotros gracias a XSEED.
Este terrorífico título de GrisGris y 5pb que al igual que su predecesor tiene una adaptación al manga, ha cambiado por completo con respecto a como era el anterior y aunque sigue siendo un survival horror de lo más angustiante y está dividido por capítulos, ahora tiene una jugabilidad mucho más de visual novel que antes, además que ahora la cámara está en primera persona y tenemos un sistema de point & click.
Las sorpresas y sobresaltos dentro del guión de este juego siguen estando, aunque parte de ellas se han quedado en nada al reciclarse ideas, conceptos y hasta escenas con ligeras variaciones, son esa ceniza que queda en el cenicero.
Una vez más, se nos convoca para ir a Heavenly Host con el mismo grupo que en el primero de los juegos, con una versión nueva de los hechos en un mundo paralelo en el que todo apunta a que es la primera vez para todos los chavales y su profesora, que nunca antes habían hecho el ritual de Sachiko con ese muñeco de papel que parece el de los santos inocentes, pero al mismo tiempo algunos personajes tienen recuerdos o los van teniendo de otra vida suya en otro momento y lugar, del mismo modo que la cruel y despiadada psicópata de vestido rojo que les espera en su mundo infernal es consciente de que no son una nueva visita, y así se lo hace saber uno por uno a todos ellos.
El tema de la exploración ha quedado más capado en esta ocasión en la que prima mucho más la novela visual y eso no tendría por qué ser una pega, si no fuera porque ahora, con la vista en primera persona, ni una pista de lo que ir haciendo y el que tengamos un medidor de terror personal que sufrirán nuestros personajes y que irá creciendo según pase el tiempo, haciendo que cada veamos menos y se nos imposibilite dar con la salida en caso de llegar éste al 100% incluso haciendo todos los pasos bien, hacen que Corpse Party: Book of Shadows, lejos de convertirse en ese juego de obligada partida nocturna antes de irse a dormir, se convierta en una pequeña carga al no saber si avanzaremos para obtener nuestra ansiada recompensa (descubrir más cosas de esta nueva trama y ver nuevas muertes aún más bestiales que en el anterior) o si tendremos que volver a pasarnos un capítulo a ciegas para ir más rápido o hacer alguna pequeña variación de entre las pocas opciones que da el juego.
La jugabilidad es de lo más simple, se trata simplemente de ir moviéndonos por un plano en primera persona, haciendo click sobre el mapa para seleccionar la nueva zona a la que queramos ir y una vez allí moveremos el cursor e iremos pinchando en lo que nos llame la atención. Además de eso habrá bastante texto que leer, con ese macabro humor de la saga que a nosotros tanto nos gusta, pero que cuesta más verlo por lo cargante que puede hacerse el título por los errores de cosas que deberían ser puzles y no lo son, porque les falta el planteamiento y no hay ninguna pista ni está expuesto de un modo intuitivo. Simplemente si uno ve una palanca, tira de ella a ver si pasa algo, pero no sabe nunca ni por qué lo hace, ni si realmente está haciendo lo correcto.
Las dudas sobre si uno va por el buen camino no dejarán de golpearnos la cabeza y de hecho, al no haber indicadores de ello, es mucho más fácil en ocasiones hacerse con un buen porrón de finales malos antes de dar con el que nos da paso al siguiente capítulo o con el que aparecerán los créditos. El sentido común nos valdrá de bien poco y dependerá de nosotros valorar si la tensión, los sustos y el ver cómo se reescribe la primera historia nos van a merecer la pena como para pegarnos con un juego que está mal planteado y nos lo pone tan complicado a pesar de tener sus cosas buenas que tanto pueden atraer y más para los que vengan del anterior título que, salvo por pecar a veces también de que uno tirara del factor suerte, era sorprendentemente brillante.
6
Conclusiones:
Corpse Party Book of Shadows vuelve con la frialdad y maldad de el infernal colegio Heavenly Host, donde nuevamente tendremos que andar en medio de cadáveres de todo tipo y experimentaremos angustia y tensión por un tubo, pero eso será si no tiramos la toalla ante las dificultades de avanzar en el juego al no haber nunca indicaciones ni pistas sobre lo que hacer y ser todo absurdamente interpretable, teniendo además esta vez el factor tiempo en nuestra contra, dándonos prisa para completar cada capítulo antes de que nuestros propios personajes se dejen llevar por el pánico. Si no estuviera tan mal planteado y los puzles fueran reales y no dependieran del factor suerte, sería un gran juego, ya que las voces, los sonidos y el guión son tenebrosamente acongojantes.
Prefería la jugabilidad del primero, pero en fin… A ver si me lo pillo algún día y lo pruebo…