Todo empezó con Atelier Rorona, protagonizado por Rorolina Frixell, una jovencita que tenía que salvar su atelier (el de su maestra Astrid en realidad) para que no se lo embargaran y pudiera continuar con sus estudios de alquimia y continuó con Atelier Totori, en el que Rorona se convertía en maestra de alquimia de Totooria Helmond, una chica que aspiraba a ser una gran aventurera y quería saber qué había pasado con su madre, que un buen día desapareció. Como todo alumno pasa a ser un maestro tarde o temprano, en Atelier Meruru, el cierre de la trilogía de Arland -aunque la saga Atelier sigue-, esta vez es Totori quien enseñará lo que sabe a una chica muy activa y locuela que tiene que llevar a su pequeño reino a buen recaudo, como os podréis imaginar, esta nueva protagonista es Merurulince (Meruru).
En este tercer y último episodio en las tierras de Arland volveremos a ver a la mayoría de personajes relevantes en los anteriores juegos y podremos reclutar a más compañeros que nunca para que Meruru logre sus objetivos, destacando el hecho de que por primera vez podremos ir con un grupo formado totalmente por alquimistas, por las tres protagonistas a las que tan bien conocemos: Rorona, Totori y Meruru.
Este rpg es exclusivo para PS3, como ya lo fueron los otros dos que forman parte de la misma serie y saldrá a la venta el 25 de este mes, pero nosotros ya nos lo hemos acabado y os ofrecemos nuestro análisis.
Haciendo crecer la población del reino.
Meruru es la princesa de un pequeño reino y siempre está saltándose sus clases para ir por libre a cualquier sitio que le llame la atención o para dedicarse a su última gran afición, la alquimia, con la que dice estar encantada tras haber conocido a Totori y hacerse su aprendiz.
El padre de esta princesa tan atípica que pasa de seguir ningún tipo de protocolo y que pide que todos la traten de tú y usando su nombre de pila, está tan cansado de los caprichitos y cambios de opinión continuos de su niña que llega a un acuerdo con ella. Sólo le permitirá ser alquimista si va haciendo que la población del reino crezca a un ritmo acelerado, de modo que lo que comienza siendo una aldea de 100 habitantes, termine siendo una ciudad en toda regla.
3 Respuestas a “(Análisis) Atelier Meruru”