Hace algo más de dos años llegó a Steam Cherry Tree High Comedy Club, un juego doujin un tanto peculiar que, a cargo de una siempre divertida y algo cabeza hueca Milley Verisse, nos proponía buscar miembros para crear un Club de Comedia, cumpliendo así el sueño de nuestra protagonista. CHTCC, como se abrevia el título, no era un título especialmente estelar, con algunos fallitos de los que ya os hablamos en su análisis correspondiente, y su secuela… tampoco lo es, seamos sinceros.
Mairu vuelve a la carga
Cherry Tree High I! My! Girls! continúa la historia justo donde lo dejó su primera parte, con el Club de Comedia del Cherry Tree recién inaugurado tras muchos quebraderos de cabeza. Las noticias de su apertura hacen que Ai Towano, una de las idols más importantes del momento, lo deje casi todo para unirse a Cherry Tree, donde espera poder cumplir su sueño de convertirse en comediante. El miedo de Ai a ser reconocida como idol por los estudiantes del Cherry Tree es uno de los gags más frecuentes de la historia, que, dividida en capítulos, cuenta las distintas peripecias de los miembros del club. El dúo cómico de Mairu y Ai, conocido como I! My! Girls!, es el centro de atención de los acontecimientos, aunque también nos encontramos algún dato sobre el resto de miembros del club; como los celos de Harriet o a qué se dedica el resto de integrantes en su tiempo libre. No faltan tampoco los capítulos extras, repletos de fanservice y alguna escena cómica.
Adiós a la libertad.
Una de las mayores ventajas de la primera entrega era la libertad que teníamos a la hora de
realizar acciones por la ciudad. Allí, como si de un Social Link de la saga Persona se tratase, debíamos gestionar nuestro tiempo para aprender distintos temas de conversación con los que conseguir reclutar a 5 miembros para nuestro club. En I! My! Girls!, sin embargo, todo esto se abandona. El juego se convierte en una Visual Novel sin opciones, en una especie de libro con sprites, en el que el jugador se limita a presionar una tecla para hacer avanzar el texto. No más deambular por los escenarios o hablar con los habitantes. No más aprender temas de conversación ni pasar tiempo con los NPCs que mejor nos caigan. Aquí nos limitamos a observar y a leer, sin mayor interacción por nuestra parte. Así, una de las cosas que hacía especial a la primera entrega, desaparece sin dejar ni rastro.
En su momento criticamos a CTHCC por su cuestionable localización, que situaba la ciudad y a sus habitantes en un entorno americano, u occidental, algo que chocaba muy fuerte con los templos shintoístas y algunos eventos del propio juego. Nyu Media ha hecho caso a las críticas, y tanto esta segunda entrega, como su precuela, han recibido parches que “orientalizan” la localización del juego. Hay muchos cambios, pero el que más puede que os choque es el cambio de nombres, ahora más fieles al material original; Milley pasa a ser Mairu y Harriet se convierte en Hoemi, por ejemplo. Es algo de agradecer, pues ahora el texto no choca tanto con lo que vemos en pantalla, pero puede que tengáis que haceros al cambio.
Al chiste le falta gracia.
El mayor error de I! My! Girls! está, precisamente, en el apartado cómico. Lamentablemente puedo contar con los dedos de la mano las veces que me he reído a carcajadas con los distintos gags del juego. Mairu por lo general sigue teniendo su chispa, pero el resto de personajes – y en especial alguno de los nuevos – no mantienen la gracia que tenían en la entrega anterior, donde tanto las situaciones como sus contestaciones eran más graciosas. Al final resulta que, más que una comedia, estamos leyendo un slice of life sacado prácticamente de cualquier anime de instituto. Habrá a quien le guste más y a quien le guste menos, al fin y al cabo la risa es algo muy personal, pero en general es muchísimo más flojo que la entrega anterior. En definitiva, si no te reíste con su primera parte lo más seguro es que tampoco lo hagas con esta.
El apartado artístico del título sigue igual que en su primera entrega; escenarios bonitos, coloridos y sprites de alta calidad, con una representación 2D de las emociones de nuestros personajes, algo común en las VN. El motor, que sigue basado en RPG Maker, es satisfactorio, aunque se echa de menos la opción de poner el juego a pantalla completa o de guardar en cualquier momento de la lectura; sólo se autoguarda entre capítulo y capítulo, aunque afortunadamente se trata de historias cortas. Son males menores, pero especialmente el segundo puede ser problemático si tenemos que dejar la lectura a medias por cualquier razón. Nos hubiese gustado además que la música hiciese su loop de mejor manera (lo hace mediante un fade), pero es un mal menor que se perdona con facilidad.
6
Conclusiones:
Es muy difícil recomendar Cherry Tree High I! My! Girls! a alguien. Sus bromas son simplonas y, en su mayor parte, muy predecibles, manteniendo el sentido del humor raruno de su primera entrega, aunque en ocasiones parece más un slice of life que una comedia. Tiene un apartado artístico bueno y una banda sonora agradable, aunque no especialmente espectacular. La falta de libertad, que convierte al juego en una simple Visual Novel en la que nos limitamos a observar, es uno de los mayores fallos de esta segunda entrega. Si te gustó su primera parte, y quieres más de lo mismo, es una buena opción para pasar la tarde. Si, en cambio, no la has jugado, mantente al margen. No hay prácticamente alicientes para hacerse con él. Hemos pasado algún buen rato leyendo, pero lamentablemente sigue sin ser un imprescindible.