El título es de lo más complejo y exigente, de modo que siempre tendremos que meditar muy bien si de verdad es tan buena idea crearnos por ejemplo un elfo guerrero, tirando por la borda el sentido común y la sapiencia ya popular de que esos, para lo que valen es para magos. No obstante, la compañía ha preparado también un manual completamente gratuito para descargar desde su página web en el que explica perfectamente qué se le da mejor a cada raza o cómo podemos llegar a tener la posibilidad de conseguir esas clases avanzadas con las que se nos abrirá un nuevo camino, pero no por ello tenemos que confiarnos, ya que el juego seguirá siendo duro de pelar como él solo, tanto que os recomendamos que uséis varias ranuras por si os matan a todo el grupo y no tenéis ni un duro para resucitar a los miembros y curarlos después, porque a veces más vale rehacer un tramo, que después estar durante horas con un grupo que no es el tuyo para conseguir el dinero suficiente como para recuperarlo.
Tiene cosas que pueden gustar en mayor o menor medida. La vista siempre en primera persona y con esa semiceguera que hace que no veamos a monstruos que tenemos a dos palmos cuando estamos precisamente luchando contra ellos, o el hecho de que salvo que gastemos dinero en mapas o usemos magia para ello, nuestros personajes no sepan ni por dónde se andan, son dos aspectos como poco curiosos. Lo que está claro es que en el caso de los mapas, más os vale tener comprado el de aquella mazmorra donde os vayáis a adentrar y si además queréis tener siempre a la vista por dónde andáis, haced la magia específica para ello, porque si no, lo más probable es que desgastéis el botón «cuadrado» de tanto comprobar vuestros movimientos. Y en este sentido es una pena que este título haya salido para PSP, ya que en el caso de la portátil rival, sería mucho más cómodo dejando una pantalla entera libre para ello.
Una respuesta a “(Análisis) Class of Heroes 2”