El juego cuenta con una estética similar a la de un cómic, con las escenas en formato de viñetas en blanco y negro, a excepción de la sangre que resalta con su color rojo.
OMG-Z tiene unos gráficos bastante sencillos, que pueden causar confusión en algunos momentos debido a su falta de detalle, dificultando la diferenciación de los tipos de zombis. Por suerte, ya se dieron cuenta de este problema durante el desarrollo, e incluyeron la opción de poder resaltar cada tipo de un color distinto con solo pulsar un botón.
El apartado sonoro deja bastante que desear, con pocos y repetitivos efectos, que, aunque consiguen recordar a los de un juego retro de 8-bits y encajan con la estética del juego, no son suficientes.
5,7
Conclusiones:
OMG-Z es un juego simple, diseñado para entretener y, dicho sea de paso, aprovechar el tirón de la moda zombi.
Como acostumbra a pasar con los juegos simples, puede llegar a enganchar y resultar adictivo durante un par de horas, o bien dejarse de lado a los pocos minutos.
En cualquier caso, le falta mejorar y pulir algunos aspectos, tal y como se ha comentado en el análisis.