Planetarian ~Chiisana Hoshi no Yume~ (Planetarian ~ちいさなほしのゆめ~) es un juego de Visual Arts / Key creadores de obras tan populares como Air, Kanon, Clannad o Little Busters y también de One ~Kagayaku kisetsu e~ aunque fuera antes de formar la empresa tal y como la conocemos desde hace unos años.
Aunque es habitual relacionar Key con rutas distintas en las que ayudamos a diferentes personajes (habitualmente chicas de nuestro entorno con problemas diversos) en Planetarian tan solo tenemos una heroína y además no hay caminos. Es una novela visual cinética de corta duración en la que la compañía dejó su sello patente en un par de características siempre vinculadas a ellos: una chica mona y una historia dramática en torno a ella, aunque esta característica es válida en todo su conjunto.
Planetarian trata sobre cómo, en un futuro incierto, la especia humana prácticamente se ha extinguido. El programa de colonización espacial fue un fracaso y en estos momentos nos encontramos en medio del apocalipsis. El protagonista, alguien que no sabe muy bien cómo ha logrado sobrevivir hasta ese momento, se encuentra un día con un planetario donde le recibe Hoshino Yumemi, un robot con apariencia humana que ha sido programado para guiar y explicar cosas sobre ese lugar a todos los visitantes. Hoshino es un androide muy inteligente, capaz de pensar por sí misma y tomar decisiones, aunque siempre pesará más en ella el cumplir con su trabajo, con aquello que se le ha encomendado y, por supuesto, respetará las tres leyes de la robótica creadas por Isaac Asimov y que se utilizan en decenas de obras de ciencia ficción.
El entusiasmo se refleja claramente en Hoshino, quien recibe, tras treinta años recluida en ese planetario, a ese hombre que llega allí. No sabe por qué un buen día dejo de realizar su trabajo, ése que tanto adora y por el que tanto empeño pone. Ahora que tiene una oportunidad, aunque trata de seguir el protocolo establecido y repetir aquello que tantas veces fue diciendo a aquellos con ganas de ver las estrellas, de aprender conceptos de astronomía, se deja llevar un poco por la emoción y lleva a cabo una celebración especial que estaba preparada para cuando se alcanzase un número específico de visitantes. El protagonista, algo reacio y apático, le coge cariño pronto a esta androide y ahí es cuando se fragua lo que nos llevará al desenlace.
Planetarian es una novela triste, muy dramática, pero también relatada de manera que el amor, completamente puro, sea lo más destacado del juego. No se trata para nada de algo sexual, es una sensación completamente emocional y cálida la que sienten los dos protagonistas al estar juntos en un mundo tan poco amable, en un planeta a punto de morir, quizás no del modo que vimos en eden* pero igualmente desgarrador.
En tan solo una tarde podremos leernos del tirón esta novela, al contrario de lo que suele ocurrir con los juegos de esta compañía en los que siempre necesitamos decenas de horas para completar cada una de sus rutas. Sus recursos son más limitados, la inversión fue menor y se nota no solo por la extensión, sino por contar sólo con dos personajes y que no hay apenas imágenes en CG. Eso sí, el guion está muy bien realizado, reflejándose perfectamente los perfiles de los personajes y cómo, por ello, se relacionan del modo en que lo hacen en ese complejo momento lleno de inseguridades y miedos.
El juego, lanzado de manera global en inglés a través de Steam, puede encontrarse en dos versiones, una con los gráficos en alta definición y la otra no. Sea cual sea la opción escogida, el contenido es el mismo, así como la traducción de la que se han hecho cargo desde Sekai Project.
6
Conclusiones:
Planetarian es un juego que da una luz de esperanza en un mundo que ya ha olvidado lo que era eso. Es un pequeño sueño dramático y tierno protagonizado por un chico bastante corriente, aunque sea todo un superviviente, y por una androide que nunca ha dejado de esperar por la llegada de alguien con quien volver a conversar.
Una respuesta a “[Análisis] Planetarian”