Uno de los lanzamientos recientes en Nintendo Switch es el de Storm in a Teacup. Este pequeño juego independiente llevaba algunos años en el mercado de PC y Mac; por eso, esta nueva versión ha salido al precio de 3 euros.
Podemos encontrarlo en la eShop únicamente, por lo que es necesaria una conexión a internet al menos para comprar este juego publicado por Rising Star Games. Dicha conexión no es necesaria en ningún momento una vez que estemos dentro de la partida.
Storm in a Teacup es un juego apto para todos los públicos. No tan solo por su catalogación de edad, sino porque su paleta de colores y diseños son de lo más atractivos y sobre todo porque sus fases cortas y con controles sencillos lo hacen adecuado para cualquiera que quiera darle una oportunidad.
El protagonista, Storm está dentro de un mundo nacido de los sueños que ha creado su hermano Cloud. Montado en una taza de té que le sirve de vehículo irá visitando cada uno de esos parajes repletos de peligros. ¿Por qué lo hace? No se sabe, será curiosidad, como les ocurre a los gatos.
No hay relatos más allá de esa presentación. Tan solo iremos de fase en fase a lo largo de los diversos modos de juego, sorteando pinchos, precipicios, bombas, balas de tinta y demás elementos introducidos con el afán de complicarnos la vida. Es esencial que tengamos algún desafío, algo que implique no nos movemos simplemente hacia delante sin más. En este punto Storm in a Teacup se lo ha tomado al pie de la letra. Estamos ante un plataformas bastante duro, especialmente si queremos conseguir todos los coleccionables y superar los distintos modos de juego, pues si teníamos ya controladas las 40 fases del modo original normal, siempre podemos tener un chute de adrenalina con las seleccionables desde el menú principal. No hay penalizaciones graves por morir, nunca se nos obligará a comenzar desde el principio y, en verdad, ni siquiera tenemos vidas propiamente dichas. Los reintentos son ilimitados.
En Storm in a Teacup es imposible que nos liemos con el mando. Tan solo tendremos que utilizar la zona direccional para ir a derecha o izquierda y dar al botón que más cómodo nos parezca de los de A, B, X, Y. Con estos últimos saltaremos. Con cada salto flotaremos y tenemos que controlar la potencia para así tener como resultados una altura y distancia acordes a lo que precisemos. Puesto que hay una barra de energía de salto que se carga cuando no estamos dando al botón asociado que utilicemos para esa acción, podemos realizar así un nuevo salto estando en el aire para llegar a zonas más alejadas. El juego no tiene más que moverse y saltar para llegar desde el punto de salida a la meta. Ahora bien, esto, como decíamos, no es nada sencillo. Para facilitarnos un poco las cosas tenemos puntos de control normalmente a mitad de fase. Si superamos el nivel al primer intento, sin morir, tendremos un sello por nuestra hazaña. Si encontramos la pegatina oculta, otra.
El tema de tener esos coleccionables hace que el juego sea más rejugable. Además las pegatinas nos sirven para cambiar el aspecto de Storm y su taza de té. Se nos permite elegir el color del pelo de Storm o el de su camiseta. En cuanto a la taza, también podemos escoger un diseño u otro y la estela brillante que tendrá detrás al desplazarnos por el aire.
El camino no suele ser recto. Lo habitual es que nos toque dar rodeos para llegar a la meta. No solo eso, sino que a veces hay que buscar cosas para abrir barreras que nos impidieran continuar por el camino. En ocasiones contadas, incluso tendremos que meternos dentro de algún artefacto para disparar a enemigos. Hablando de eso, tenemos un jefe final muy currado y divertido de derrotar.
8
Conclusiones:
Storm in a Teacup es un juego de plataformas cortito, pero rejugable y agradable. Su precio es muy bajo para el valor que tiene, para lo bien implementadas que están las físicas de ese personaje que viaja dentro de su taza de té por un mundo repleto de peligros mortales.