En FFX teníamos el minijuego del blitzball antes, pero hasta llegar a esa pradera no tenemos la posibilidad de conseguir invocaciones opcionales como las hermanas Magus, ir a la Arena de los Monstruos o disfrutar de minijuegos como montar en chocobo. De la misma manera, con la nave a nuestra disposición ya somos capaces de movernos por el mapa libremente, consiguiendo todas las tareas pendientes. En FFXIII es exactamente igual, hasta Archylte no tenemos acceso a las primeras misiones de caza, cuya inmensa mayoría no podremos completar hasta que podamos movernos entre los portales del final del juego, pudiendo intentar los Desafíos del Titán.
En lo que respecta al sistema de combate, FFXIII introducía el sistema de roles, muy similares a los trabajos de anteriores títulos de la franquicia y que dotaba a las peleas de un gran componente estratégico, teniendo que elegir bien qué rol utilizar en cada momento. En FFX tenemos un sistema parecido, pues cada personaje tiene una habilidad en concreto que le hace útil en momentos específicos del combate, pudiendo cambiar entre ellos en plena batalla, de la misma manera que se cambian roles en el XIII.
Wakka era el único que podía atacar a enemigos voladores, Lulu era la maga negra, Yuna la maga blanca, Rikku la única capaz de robar… En anteriores Final Fantasy también cada personaje estaba más o menos especializado, pero sólo podíamos cambiar el grupo fuera del combate, no mientras se desarrolla, novedad de FFX. En FFXIII, podemos elegir qué papel desempeña cada miembro del grupo de forma dinámica, aún cuando cada uno de ellos tiene mayor potencial para un rol en concreto. Las similitudes entre ambos sistemas es evidente y uno no es más que la evolución del otro. No hubo ninguna ruptura mayor entre ambos juegos, sólo un cambio de forma y desarrollo. La principal diferencia es que en el primero controlábamos a cada uno de los personajes mientras que en el segundo sólo a uno.
De hecho, la forma de mejorar las habilidades de los personajes también eran muy similares. En FFX tenemos un tablero de esferas que, según qué camino tomemos y qué esferas coloquemos, aumentamos un parámetro de los disponibles y/o aprendemos una nueva habilidad. En FFXIII tenemos un tablero de cristales que, según qué rol tomemos, aumentará un parámetro de los disponibles y/o aprenderemos una nueva habilidad. De la misma manera, las armas en ambos juegos se mejoran mediante objetos. Para redondear el asunto, el sistema de invocaciones funciona igual, con la criatura saliendo al combate como personaje jugable y siendo eliminado si se agota su barra de salud.
Es obvio que cualquier filia y fobia son completamente subjetivas. Ambos juegos tienen sus rasgos característicos que les diferencia y algunas de sus cosas en común son recurrentes en la saga. Se puede señalar que FFX tiene un carisma y una ejecución sólo al alcance de figuras tan experimentadas como Sakaguchi o Uematsu, con una historia más mística y romántica, en la línea de los Final Fantasy tradicionales, y un sistema más depurado; pero parece fuera de lugar amar a la décima entrega y defenestrar a la decimotercera alegando características comunes a ambos títulos. Sí, FFXIII es pasillero, pero también lo es FFX. Sí, en FFXIII tardas en poder hacer misiones secundarias, pero también ocurre en FFX. El sistema de combate del FFXIII no me gusta mientras que el del FFX sí, a pesar de que el primero tome como base el del segundo. Hay filias y fobias, pero siempre hay que saber argumentarlas para que no parezcan meros apuntes de fanáticos sin razón ni lógica.
Creo que es un tema que se debe discutir más ampliamente, más allá de la historia, el desarrollo (y la foto referencial del artículo) hay muchos elementos que hacen que un juego realmente te atrape. Honestamente probé el XIII sin leer críticas o dejarme viciar más allá de las primeras impresiones que originó el mismo, de hecho me enteré que ya Hironobu no tenía ni arte ni parte en el mundo de los FF al poco tiempo de comprarlo. Temas como el «Interlude» hacen mucha falta para la pantalla de inicio (es como quitarle al KH todas las reversiones del tema de Ayumi) y ciertamente ha sido una de las peores experiencias con un FF que he tenido a la fecha, es un juego que no puedo catalogar como «malo» pero definitivamente es todo menos un Final Fantasy.
Hace poco jugué y terminé The Last Story para Wii (quizás el mejor RPG para la blanquita de nintendo) y se puede apreciar la cantidad de elementos que te atrapan y te hacen querer adentrarte más en la historia del juego, lo que me hace concluir que en definitiva no es casual que la mano de Sakaguchi fue lo que mantuvo viva la saga de Square, ahora siguen saliendo como algo «tradicional» pero en definitiva ya no es lo mismo y si nos remitimos a las pruebas sólo hay que tomar en cuenta todos los remakes o adaptaciones que han tenido los FF viejos (desde el 2000 a la fecha) y es sencillo ver que la saga murió con el X.
Lo cierto es que no estoy demasiado de acuerdo contigo. No cabe duda de que los Hironobu Sakaguchi es uno de los grandes de la historia de los JRPG pero la saga Final Fantasy no empieza a relucir cuarta o quinta entrega y también es cierto que a partir de la séptima entrega, Sakaguchi tuvo mucha menos participación en la saga dejándola en manos de desarrolladores noveles pero de gran talento. Con lo que nos quedan solo tres Final de calidad en los que Sakaguchi tuvo un gran peso pero que no llegaron a definir la saga. Lo cierto es que es una saga que se redefine entrega a entrega introduciendo novedades y haciendo todo tipo de experimentos como mayor o menor fortuna manteniendo únicamente el combate por turnos como sello de la franquicia. Por todo esto no estoy muy de acuerdo en no considerar FFXIII como un Final Fantasy, es más estoy de acuerdo con Dani en que es la evolución natural FFX.
De Hironobu Sakaguchi y sin salir de la presente generación me parece realmente excelente en casi todos sus aspectos Lost Odyssey, además creo que es uno de los juegos de Xbox 360 que gozan de mayor calidad. De hecho me parece que esta muy por encima de The Last Story sin ser este último un mal juego pero en Wii, Pandora’s Tower me gustó mucho más.
Lo siento, pero no.
No comparto la opinión de que FFX se parezca a FFXIII.
Solo échale un ojo a lo árboles de habilidades y métodos de conseguirlas, los combates, los equipos y sobre todo la historia.
Si has jugado a XIII y la historia te ha «enganchado», te ha llegado a importar lo que les pase a los personajes, o llegar a inmiscuirte en su destino, entonces tienes un serio problema, porque entonces te habría explotado la cabeza si hubieras jugado al VIII, al VI o al VII.
FFXIII y sus consiguientes entregas posteriores, han sido una suerte de métodos por el cual no seguir una franquicia. Son los métodos de como NO hacer las cosas en Square con FF.
Por mucho que te hayas empeñado en compararlas, no le veo ni un punto en común.
La «religión» siempre ha estado más o menos presentes en muchas de las entregas de FF, si no todas, y no podemos comparar todos en los que aparezca una alusión a algo así, por muy dispar que sean entre si esas alusiones y por disparatada que quieras ver la relación entre ambas.
En primer lugar, te invito a leer otro de mis artículos de opinión sobre Final Fantasy, supongo que te gustará más http://savepoint.es/especiales/mis-villanos-favoritos-kefka-final-fantasy-vi/
En segundo lugar, he jugado a todos los Final Fantasy de la franquicia principal. Este artículo no va en contra de FFX ni a favor de FFXIII, eso es algo que se puede apreciar fácilmente en el último párrafo. A mí me sigue gustando más FFX en todos los aspectos, pero el texto va en contra de los aficionados fanáticos que intentan defender sus posturas sin razón ni lógica. Creo que todos estamos de acuerdo en lo de que la «opinión pública» señala el X como último FF «auténtico» y defenestra el XIII. Sin embargo, me parece muy curioso que critiquen características de la decimotercera entrega que también están presentes en el X y que ya he expuesto en el artículo y no hace falta que te las repita. Pero no pierdas el signficiado del último párrafo, es el que da todo el sentido al texto y te indicará realmente a dónde quiero llegar.
Es cierto que la religión ha podido estar más o menos presente en todas las entregas, como también remarco en el artículo (de hecho, ya comento que la historia es el aspecto con menos conexiones entre ambos juegos) pero es en estos dos explícitamente donde el enemigo a derrotar es una secta religiosa. En el XII tenemos una trama política, en el IX el tema de los invocadores y el origen de Yitán, en el VIII las brujas, en el VII JENOVA, en el VI el Imperio y, posteriormente, Kefka…
Y después de todo, es un artículo de opinión, hay gente que le gustará la historia del XIII y otros que no, no por eso se puede definir a unos y a otros basándose sólo en eso. Mientras se argumente y se muestre respeto, no hay ningún problema, cada uno tiene su opinión y es igual de válida que la de los demás.
Por último, y si te consuela, mi FF favorito sigue siendo el VI, como bien atestigua mi avatar xD
Lo siento, pero te has equivocado de juego al que se parece el FFXIII. Se parece mil veces más al FFVII. Empezando por el primer jefe que es una especie de escorpión, ¿recordáis cuál era el primer jefe en el reactor mako del FFVII? Un escorpión mecánico. Luego los personajes. Lightning ya dijo Tetsuya claramente que le pidieron hacer a Cloud en mujer. Snow diciendo que quiere ser un héroe, ¿qué personaje del FFVII tenía cómo sueño convertirse en héroe? Zack Fair. Lo de Sazh es un poco diferente, porque va a buscar a su hijo que se convirtió en lu’Cie, pero me recuerda un poco a la historia de Barret, siempre preocupado por Marlene.
En resumen, lo único en lo que creo que se parece el FFXIII al FFX es la forma de conseguir las habilidades. Porque, si bien es cierto que el FFX era bastante lineal, aún así, ni punto de comparación al FFXIII que no te deja desviarte nada.