Chrono Trigger es mi videojuego favorito de todos los tiempos, vaya eso por delante. Como os podéis imaginar, podría hablaros de muchas de las virtudes que tiene el título de Squaresoft pero hoy contendré a mi fanboy interior para hablar de uno de los pilares de las bondades del juego: Magus.
La descripción que Chrono Trigger nos hace del supuesto villano principal es todo un ejemplo de cómo conseguir que un personaje tenga un trasfondo rico e interesante, haciendo a su vez que el argumento vaya creciendo en intensidad y épica a cada paso que vamos dando. Poco antes, de la mano de la misma Square, habíamos contemplado el ejemplo máximo de mal por el mal, como era Kefka de Final Fantasy VI. Poco después, Sefirot encarnaría al malvado que lo llega a ser justificado por traumas anteriores (y hasta cierto punto comprensibles). Magus es el villano que, realmente, no lo es.
El principio de la trama le sitúa claramente como el antagonista que el grupo de héroes comandado por Crono tiene que derrotar para traer la paz al mundo. Su ejército de demonios está intentando conquistar el reino de Guardia, crea a la terrible criatura Lavos para ayudarle en la guerra y asesina al mentor de nuestro querido Frog, convirtiéndole a él de paso en rana. Todos los protagonistas tienen motivos de sobra para derrotarle y en su búsqueda y captura gira toda la primera parte del argumento.
Tras conseguir la poderosa espada Masamune, el grupo viaja hacia la guarida de Magus dispuesto a poner punto y final al conflicto. Hasta ese momento, el juego describe a Magus como un poderoso demonio (después de todo, su nombre original en japonés es Maoh, es decir, Rey Demonio), frío, cruel y terriblemente ambicioso. Un estereotipo que hemos visto ya antes pero realmente bien llevado en esta ocasión, elegante y refinado. Sin ser nada original, funciona perfectamente.
Su presencia abruma y eso es algo que se comprueba claramente la primera vez que nos encontramos cara a cara con él. Esa sala vacía en la que de repente empezaban a encenderse hogueras mágicas hasta completar un círculo que revelaba a Magus en su centro una vez la luz lo inundaba todo, mientras el tema principal de nuestro malvado enemigo comenzaba a sonar de forma siniestra hasta un crescendo que elevaba la épica a cotas estratosféricas. La puesta en escena era genial.
Sin embargo, es aquí donde la trama comenzaba a complicarse. Contrario a nuestras creencias, Magus no estaba creando a Lavos, sino que quería invocarle… para algo que todavía no sabíamos pero que podíamos intuir que no era lo que creíamos. Luego descubriremos que la verdadera amenaza y villano de Chrono Trigger es el propio Lavos y que lo único que quería Magus era vengarse de él.
El portal temporal que se abre tras la anterior batalla envía a nuestros héroes a la Prehistoria y a Magus a una época desconocida. En el largo viaje a través del tiempo que se desarrolla en el juego descubriremos muchos secretos, como el verdadero origen de Lavos, llegando hasta el año 12.000 a.C. y el reino de Zeal, clave en el argumento. La terrible reina del lugar quiere utilizar el poder de Lavos para dominar al mundo, siguiendo el consejo del misterioso Profeta y utilizando a su propia hija Schala, algo a lo que se opone su otro hijo Janus. La primera vez que nos encontramos con el niño un escalofrío recorre nuestra espalda, pues predice con acierto la futura muerte de uno de nuestros héroes. Más tarde, Cait Sith repetiría la jugada en FFVII.
En este reino flotante es donde se encuentra el mayor nudo de la trama. Descubriremos que Janus, hermano menor de Schala, es realmente Magus de niño y que el Profeta es en realidad… Magus. Es aquí donde empieza y acaba el viaje de nuestro anterior antagonista, donde espera cerrar el círculo que ha provocado su curso de acción. Un final a la tortura que ha pasado.
Magus amaba a su hermana y, al comprobar que para su madre ella era una mera herramienta para controlar el poder de Lavos, se opuso a ello con toda firmeza. Sin embargo, no pudo impedir el accidente que provocó la resurrección de la criatura, abriendo diferentes portales temporales que le acabaron enviando a la Edad Media, siendo encontrado y criado por Ozzie, su futuro lugarteniente.
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