Entre el catálogo de MangaGamer, en su zona de juegos para mayores de edad, uno puede encontrarse Kara no Shoujo (殻ノ少女) una novela visual con unos diseños de fondos y personajes muy cuidados ya que han de estar llenos de detalles debido a que la investigación y los planos detalle o las imágenes medio macabras están a la orden del día, por lo que ver precisamente pululando por ahí los dibujos de Miki Sugina con todo el encanto que es capaz de darle y lo impactantes que pueden ser algunas escenas con ese toque seinen tan marcado de este juego que tira en su justa medida del gore, son una pequeña delicia y precisamente eso en algo de este género se agradece especialmente.
Investigando una serie de extrañas muertes.
En Kara no Shoujo tenemos un montón de rutas, aunque muchas de ellas no son más que finales malos con la historia cortada y variantes de lo que ha de pasar sí o sí -pero de otro modo- para seguir avanzando con la investigación ya que en esta novela controlaremos a Reiji Tokisaka, un detective privado que se encarga de intentar descubrir qué sucede en el instituto de su hermana pequeña, ya que están desapareciendo chicas de ese centro católico de niñas pijas y después se encuentran mutiladas, de manera que tendremos que hacer varias cosas: averiguar porqué pasa eso, quién es el culpable y además intentar salvar a cuantas alumnas podamos, aunque eso por cuestiones de guión, en cualquiera de los finales, se quedará en no demasiadas y además algunas sufrirán de una manera mucho más impactante que otras ya que aquí no se cortan con el gore y además de narrarlo (como en Higurashi no naku koro ni y Higurashi no naku koro ni kai) también sale explícitamente dibujado y podemos asegurar que causa impresión y que está muy bien hecho lo que es ver esas ilustraciones mientras uno está metido de lleno en la historia y escucha la banda sonora creada por Haruka Shimotsuki (encargada también de los Atelier Iris y de Ar Tonelico).
Puesto que somos un detective, tendremos que ejercer como tal, por lo que cada vez que tomemos una decisión, deberá estar basada en algo que nos haga pensar que eso nos llevará a buen puerto aunque, al mismo tiempo, conseguir el final verdadero es muy difícil y sobre todo es ilógico, por lo que de nada nos sirve tener un esquema montado en la cabeza y que hasta estemos en lo cierto, ya que a veces las opciones nos llevan a caminos por donde no queremos andar, pero como suele ser habitual en las visual novel, después basta con pasar rápido lo ya leído hasta la decisión en que queramos escoger otra cosa y ya seguimos desde ahí para ver otro final, que además será por rutas que sacar.
Fijándonos siempre en la fecha del calendario y estando atentos a nuestros ratos libres por las tardes tras las clases, tendremos que ir escogiendo dónde pasar el tiempo y con quién hablar, para tener más claras las respuestas en el modo que parece sacado de una aventura gráfica y que tendrá lugar de vez en cuando, cada vez que haya una nueva muerte o cuando nos veamos capacitados como para soltar nuestras hipótesis o poner las cartas sobre la mesa de aquello que nos ha estado rondando en la cabeza tras descubrir por ejemplo que quien quiera que sea el culpable es todo un fan de La Divina Comedia de Dante Alighieri (que sabremos a las primeras de cambio) o que lo que tienen en común todas las chicas es que no son puras y que incluso parece que estén en medio de una red de prostitución, pero ni sabemos por qué ni quién es el que maneja los hilos.
Con todo esto de la investigación y de jugar a ser Brad Pit en Seven, puede olvidársenos que estamos ante un eroge, así que de vez en cuando, habrá escenas de sexo y normalmente estarán metidas con calzador de modo que podríamos seguir con la trama e ir a lo nuestro sin que nadie nos hiciera una felación de buenas a primeras o sin que ninguna chica decidiera que es buen momento para desnudarse e implorar por un polvo. Si pegara más con el guión que tiene tan serio y oscuro, no pasaría nada por las escenas sexuales e incluso molarían, pero así están un poco como «oye, que no te olvides de meter unas cuantas donde sea y como sea».
8
Conclusiones:
Kara no Shoujo es una novela visual que se sale de las típicas de estudiantes de secundaria con las hormonas revolucionadas y más calientes que el palo de un churrero y aunque también hay relaciones sexuales -cogidas por pinzas en muchas ocasiones- lo más importante es meternos en una trama de misterio en la que investigaremos diferentes casos de un asesino en serie y, según cómo lo hagamos, obtendremos un final u otro, pero sea como sea, veremos mucha sangre y escenas bastante fuertes con un estilo gráfico de tipo seinen.
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