(Análisis) Mindjack

Está claro que en esta generación actual de videojuegos, las tornas han cambiado. Occidente cada día es punto de mira de Japón, industria de una escuela que ha dejado huella en el mundillo y sigue dándonos que ofrecer, pero con el crecimiento exponencial que ahora tienen otros géneros y que consagran ventas con cifras astronómicas, es posible que algunos estudios nipones sean persuadidos por esos factores, y en busca de un recoveco intenten colarse al mercado occidental, quizá para experimentar o ensayar, pero sin duda teniendo la última palabra el consumidor.

Mindjack es uno de estos casos, donde ha visto su cuna en la sede de Square-Enix y desarrollado por feelplus, ofreciendo una temática de ciencia ficción futurista y combinando la acción en 3a persona con una interesante propuesta multijugador. ¿Cuajará entre los gustos del videojugador más insaciable? Veámoslo.

Un mundo hilado de mentes en servidumbre

Corre el año 2031 D.C. y el futuro cercano que presenta Mindjack es completamente una realidad alternativa donde las organizaciones mundiales conspiran con los gobiernos por el trono del poder, entrando aquí el papel del hackeo mental, o más bien dicho Mindhack. El Mindhack es una técnica muy avanzada desarrollada por Nerkas Solutions y el célebre científico Andrew Gardner, el cual ofrece la brillante o terrible capacidad de entrar en el cerebro del objetivo y confundirlo, llegando a poseerlo y mover su cuerpo a nuestro antojo inclusive, con lo cual es una tecnología de interés militar y político muy codiciado.

En esta trama futurista, Jim Corbijn, miembro de una organización secreta, la FIA, se ve envuelto en una conspiración a gran escala tras conocer el objetivo de su misión; una mujer perseguida a nivel internacional llamada Rebecca Weiss, que forma parte de una organización no-gubernamental dedicada al espionaje y desmantelación de secretos corporativistas. Cuando Jim y Rebecca coinciden en objetivos y dan un paso adelante, van descubriendo una realidad mucho más peligrosa llena de conflictos corruptos, políticos y económicos, siendo el eje de esa tormenta que está a punto de estallar.