Por si fuera poco, el modo online sigue la estela de la anterior entrega, resultando fluido y adictivo. Permitiéndonos librar combates aleatorios, formar liguillas con amigos, luchar en partidas igualadas, grabar repeticiones de nuestros combates para su posterior visionado…
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Conclusiones:
A nivel de continuación aporta más bien poco a lo que era su antecesor. Sin embargo eso no cambia que ya el primer juego fuese un título soberbio y que este segundo sea todavía más redondo, puliendo algunos fallos del primero y añadiendo detalles de cosecha propia que hacen de Blazblue Continuum Shift uno de los mejores juegos de lucha que se pueden disfrutar, hoy por hoy, en los sistemas domésticos.
Una respuesta a “(Análisis) BlazBlue: Continuum Shift”