[Análisis] euphoria

Una de las visual novel que se alzaron con un mayor nombre en Japón en los últimos años y de la que no tardaron en empezar a hacerse una serie de OVAs de anime es euphoria, a la que podemos acceder en inglés desde el catálogo de MangaGamer, donde se encuentra desde hace tan solo unas semanas y que sorprenderá por la truculencia de sus escenas, pero también por su historia con unos giros argumentales inesperados y que son la razón de su enorme fama.

euphoria (ユーフォリア) es una obra de terror y sexo, que puede recordar a Saw a simple vista, aunque después uno piensa más en la saga de películas independientes canadienses Cube al decírsenos que estamos en un lugar encerrados en contra de nuestra voluntad, sin saber cómo hemos llegado ahí y con una voz que nos indica que, en caso de no seguir las instrucciones, moriremos y, como ejemplo, antes del opening vemos que no era una amenaza que no se fuera a cumplir. Si podremos salir con vida o no, es algo que veremos en cada una de las cinco rutas (una por cada heroína, pero de las que solo podremos acceder al final verdadero con una) mientras superamos las fases de castigos repletos de fetiches sexuales con juguetes, escatología o violencia, con unas prácticas normalmente poco habituales en la mayoría de parejas, pero que encantarían al Marqués de Sade del que buena parte de su legado literario son textos subidos de tono nada aptos para estómagos sensibles y, especialmente, eso se ve en Los 120 días de Sodoma, donde cada día había una serie de torturas y humillaciones, que es un poco lo que ocurre especialmente en la primera parte de euphoria, aunque ese toque sadomasoquista no termina de abandonar en ningún momento la pantalla de PC con esta aplicación funcionando.

Ausencia de pureza en los níveos habitáculos.

El lugar en el que despertaremos con cinco compañeras del instituto y con la profesora de inglés será un extraño complejo con las paredes, techo, suelo y puertas de color blanco y tan sólo podremos ir a las zonas de las instalaciones que se nos permita en cada momento, sin la posibilidad de deambular libremente y sobre todo sin escapatoria a no ser que completemos el juego y, aun así, no es algo que sepamos seguro, pero tendremos que fiarnos, porque la alternativa sería entregar nuestra vida directamente y eso no es algo que se contemple en ningún momento.

Keisuke, el protagonista, en realidad se lo pasa genial con su situación, con esa tensión y ese miedo que le permiten realizar sus fantasías sexuales más secretos, cumplir sus oscuros deseos en esa jaula que también puede ser el paraíso, porque su encierro supone su liberación hasta cierto punto y también porque, como descubriremos en euphoria, especialmente si completamos los distintos finales y nos leemos el verdadero sin dejarlo cortado a la mitad (superando ese pequeño obstáculo que nos hará esbozar una sonrisa por esa situación que se va dar) se hará una referencia continua a lo unido que puede estar el encarcelamiento con el paraíso, el no tener contacto exterior con la utópica y hasta eufórica felicidad, pero no es algo sobre lo que debamos explayarnos, ya que tendríamos que contar cosas relevantes que es preferible que leáis dentro de la novela.

Las escenas de desafío, esos castigos que pueden ser más light o menos y que pueden ir desde sólo recibir la orden de un orgasmo a través de besos, hasta defecar sobre la boca de alguna y que se lo coma, son crudas y hasta desagradables en muchos casos, pero todo tiene su razón de ser en la narración y no es que sea simplemente un nukige con bondage, fist fucking, violaciones anales, asfixia o felaciones de todo tipo, sino que más allá de esas cosas que podemos suprimir visualmente si se trata de algo gore o escatológico, existe un por qué y una vez pasada la parte de dejar de lado aquello de que Keisuke es una llave y las chicas las cerraduras, es decir, una vez utilizada esa llave en cinco fases normales y dos de bonificación, es cuando realmente llegará la información sobre los perfiles sociales y psicológicos de los personajes y también preguntas nuevas y respuestas sobre ese desafiante juego en el que nos habíamos visto obligados a participar. No es que se corte de repente todo y haya un borrón y cuenta nueva, en esa parte de la trama también habrá escenas de sexo y gore, castigos y momentos macabros, personalidades inestables y escenas que pueden hacer que nuestra cabeza dé vueltas en según qué ruta, pero los misterios y el gran secreto que se esconde ahí, merecen la pena para cualquier fan de las historias de terror.

Se nos presenta a la profesora como a una joven seria, que se siente responsable de lo que les pueda pasar a sus alumnos y que se sacrificaría por ellos si fuera necesario; a Rika como a una inocente y ligera de cascos chica de un curso inferior que siempre tiene miedo por todo y no deja de llorar y de hacerse la víctima; a Rinne como una misteriosa chica, conformista y que podría tragarse cualquier cosa si es por un bien mayor; a Nemu como una chavala puñetera que no deja de tocar las narices y de meter el dedo en la llaga y que va de sabionda; y a Kanae como a la amiga de la infancia inocente, buena, delicada y perfecta de la que está enamorado el protagonista y a la que no haría daño. En cada una de las rutas veremos aspectos de ellas que no esperábamos, pero especialmente en el final verdadero, descubriremos hasta qué punto todas (menos una) tenían secretos que nunca hubiéramos imaginado y que nos harán cambiar nuestra percepción y valoración sobre lo que es euphoria, sobre todo una vez que comprendamos el auténtico significado de su título o por qué las promesas más pequeñas, lo más insignificante, puede acompañarte toda tu vida y despertar en ti lo que parecía que debería haber quedado completamente aniquilado.

No solo el guión está muy currado y nos sorprenderá en euphoria, sino que también el apartado sonoro es impresionante, con todo tipo de sonidos y voces que expresan a la perfección el vicio, el deseo, el amor, la ternura, la maldad, el miedo o el dolor y, por supuesto, el apartado gráfico está muy cuidado con un diseño de personajes de aúpa, sin que sus cuerpos sean exageradamente voluptuosos con las cabezas demasiado pequeñas ni demás cosas que encontramos a veces en otros títulos hentai. La expresividad de las caras, la iluminación, los coloreados… todo nos ayudará para agradar y continuar adelante, pese a las escenas desagradables  tan necesarias de las que hablábamos antes.