Kingdoms of Amalur es un nuevo universo salido de la mente de Ken Rolston, conocido por su trabajo en The Elder Scrolls III: Morrowind y The Elder Scrolls IV: Oblivion, que se presenta con el RPG de acción cuyo análisis nos ocupa hoy: Kingdoms of Amalur: Reckoning. Este juego, desarrollado por Big Huge Games y editado por EA, ha sido capaz de unir a tres grandes de la fantasía en su equipo creativo, podemos ver los diseños de Todd McFarlane (Spawn), las historias creadas por R. A. Salvatore (la trilogía de «El elfo oscuro» o «El legado del drow») y como ya hemos dicho el diseño de juego de Ken Rolston.
Aunque en un principio se esperaba que Kingdoms of Amalur llegase como MMORPG, finalmente tenemos ante nosotros un RPG de acción que nos hará dar un primer paso en Amalur apoyándose principalmente en la jugabilidad y en un mundo abierto de gran amplitud con un montón de misiones secundarias que completar.
Resurge de tus cenizas.
El primer sitio que nos vamos a encontrar al comenzar el juego es el Pozo de las almas, una construcción bajo tierra creada para traer de vuelta a la vida a los mortales de Amalur. Nosotros, como buenos elegidos, seremos el primer (y probablemente el último) éxito del pozo. Nuestra vuelta del mundo de los muertos no puede ser más accidentada, empezamos siendo desechados como otro experimento fallido y cuando despertamos nos encontramos con que el pozo está bajo el ataque de los Tuatha Deohn, unos fae (raza inmortal de Amalur) corruptos que se han hecho con el poder de la corte de invierno de los fae y han declarado la guerra a todas las razas mortales.
Antes de nuestra resurrección debemos decidir nuestra raza, nuestro aspecto físico y a que deidad adoraremos. Cada raza tiene sus puntos fuertes que pueden ayudar al principio del juego pero que no son para nada vinculantes y a medida que subamos de nivel serán menos influyentes. En cuanto al aspecto físico, el juego nos da muy pocas opciones limitándose a dejarnos modificar ligeramente el aspecto facial de nuestro personaje y el color tanto de la piel como del pelo, esto lo podemos cambiar más adelante en cuanto nos hagamos con nuestra propia casa. En ningún momento podremos decidir nuestra estatura o complexión física. En cuanto a las deidades, cada una nos dará una ventaja que influirá bastante más en nuestro crecimiento que la raza que elijamos, incluso si nos decidimos por el ateísmo tendremos un extra de experiencia que nos ayudará a subir de nivel con más celeridad.