(Análisis) Samurai Warriors: Chronicles

Moviéndonos por los mapas y avanzando en el tiempo.

La historia comienza en 1546 en la batalla del Castillo de Kawagoe y termina en 1615 en la Batalla Veraniega de Ôsaka. Durante esos 69 años de combates sin fin recorreremos multitud de lugares, habiendo un mapa distinto para cada batalla y también iremos viendo cómo algunos de los generales de distintos ejércitos que conocemos en los primeros años de guerra, más adelante mueren o directamente se retiran, dejando paso a otros hombres de guerra mucho más jóvenes.

Los mapas siempre serán extensos y podrán tener zonas cerradas que se irán abriendo según derrotemos a aquellos que protegen sus puertas. También, habrá diferentes misiones secundarias en cada uno de los mapas, aparte de las obligatorias, que en caso de hacer bien nos darán bonificaciones y recompensas e, incluso, podrán hacer que se cambie por completo aquello que teníamos que hacer como misión principal, introduciendo así un pequeño cambio en la historia que podría ser crucial.

Entre los generales u oficiales que podemos manejar hay más de 40 personajes, teniendo cada uno su personalidad definida, sus propias armas que no pueden compartir con nadie más ya que ni una se repite por lo que la variedad es enorme.

Oda Nobunaga, Kenshin Uesugi, Aya, Kokonoe, Yukimura Sanada, Shingen Takeda, Nô, Ieyasu Tokugawa, Mitsuhide Akechi, Tadakatsu Honda, Mitsunari Ishida… son algunos de los nombres de personajes importantes que nos ayudarán en la campaña y a los que podremos utilizar. Aun así, habrá cientos de personajes con nombre, vinculados por lazo de consanguineidad, por amistad, etc. que también tendrán su nombre marcado y que serán más resistentes y fuertes que la mayoría de soldados a los que nos enfrentaremos.

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