Rejugabilidad altísima y duración elevada.
Samurai Warriors: Chronicles es muy largo, cada misión cuesta sus buenos minutos, y además hay multitud de ellas en esos 69 años que se cubren de la historia japonesa.
El juego está divivido en cuatro capítulos y en cada un de ellos hay multitud de mapas con combates larguísimos. Además, al haber tres modos de dificultad y siendo importante el hablar con los amigos y hacer buen uso de las decisiones, quedan siempre muchos caminos del tipo «¿qué hubiera pasado si…?» por lo que a uno siempre le quedan ganas de descubrir esas incógnitas. Es por tanto, muy rejugable.
No podemos obviar tampoco que fuera de lo que es la historia en sí, hay algunas historietas sueltas de sucesos simultáneos que aparecen bajo el nombre de Gaiden y que ya sólo por ir haciendo todas las submisiones o misiones secundarias de cada mapa se nos irán una buena cantidad de horas, porque tener a todos los personajes y el juego completo al 100% no es cosa de niños, aunque un niño sí pueda obtenerlo si le pone empeño.
Las opciones con este título son muchas y está pensado de manera que cuanto más juegas, más ves qué es lo que esconde como extras y cuáles son todas sus virtudes, que no son pocas, pues la única cosa que se le puede reprochar verdaderamente es que el personaje con el que vamos no envejezca ni un ápice en tantos años que transcurren.
Tecmo Koei ha prometido también, para todos aquellos a los que aún no les bastara o simplemente quieran tener juego para rato, que proporcionarán contenido extra descargable de manera gratuita a través del SpotPass si tenemos nuestra consola configurada para que se conecte a internet.
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