El guía nos da la enhorabuena y nos sugiere proteger nuestra cueva, dado que pronto caerá la noche y el mundo se llenará de monstruos. Atemorizados, usamos parte de la madera conseguida para construir una puerta, colocarla en la entrada de la cueva y esperar a que vuelva a amanecer. Pero… hay un problema. Dentro de la cueva no hay fuentes de luz, y al anochecer nos quedamos a oscuras. Volvemos a pulsar escape para ver la lista de recetas y ahí las tenemos, antorchas. Con el gel de la bola muerta y madera creamos nuestra primera fuente de luz, la colocamos en una pared y nos preparamos para pasar la noche.
Un ruido nos sobresalta. Un zombie intenta entrar en nuestro hogar golpeando la puerta, al tiempo que un diminuto ojo volador sobrevuela la zona. Convencidos de que no vamos a salir de ahí hasta que salga el sol, y rezando para que la puerta aguante, nos preparamos para pasar una larga primera noche.
El que no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas, así que pronto nos descubrimos agujereando nuestra cueva con el pico. Poco a poco vamos descendiendo hacia las profundidades al tiempo que conseguimos nuevos materiales. Bajo tierra encontramos piedra y más piedra y además cobre y hierro. Incapaces de creer en nuestra buena suerte, volvemos a nuestra cueva, nos acercamos al banco de trabajo y vemos que con la madera podemos hacer un arco, con madera y piedra podemos hacer flechas y que con varias antorchas y con la piedra podemos hacer una chimenea. La colocamos junto al banco de trabajo y nos acercamos. Y entonces se abre un nuevo mundo para nosotros. Gracias al fuego de la chimenea podemos trabajar el metal. Hacemos lingotes de hierro y de cobre. Seguidamente, con esos lingotes de hierro fabricamos un yunque, y con los de cobre gracias al yunque fabricamos nuestra primera espada. Felices y contentos nos pertrechamos dispuestos a explorar el mundo pues fuera ya es de día.
Talamos unos cuantos árboles y avanzamos recogiendo flores y setas. Pronto descubrimos que las setas son curativas, y gozosos buscamos más. Así mientras recogemos setas por el campo y matamos bolas de colores, acabamos encontrando una entrada al subsuelo repleta de enredaderas. Las cortamos para que dejen pasar la luz y vemos que la entrada se adentra en las profundidades. Seleccionamos una antorcha de nuestro inventario y sintiéndonos exploradores nos adentramos a la aventura. Descendiendo vemos más hierro, que no dudamos en picar, así como más cobre.
Hola, excelente análisis la verdad! :) Un poco demasiado extenso quizás.
Me gustaría que vieras mi análisis sobre el juego y opinaras en la web –> http://eonel.blogspot.com/2011/07/terraria.html
Un saludo!
Gran análisis! Aunque un poco largo, pero está muy bién :)
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Un saludo
Gran análisis!
Un poco largo pero bueno, está bien
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