(Análisis) The Legend of Zelda: Skyward Sword

Sal a la busqueda de tesoros.

En nuestros viajes por las tierras inferiores y al vencer a monstruos conseguiremos todo tipo de tesoros, desde plumas de ave o fragmentos de mineral hasta piedras preciosas. Con estos tesoros podremos mejorar tanto nuestro escudo como nuestras herramientas e, incluso, nuestros sacos y carcaj para poder llevar más flechas o bombas.

Además de materiales para la herrería nos encontraremos con multitud de insectos distintos que podremos utilizar para mejorar las pociones que compremos en la tienda. Para capturarlos necesitaremos armarnos de paciencia y de un buen atrapamapariposas. Si queremos completar nuestra colección de bichos y mejorar las pociones tendremos que estar atentos a cada movimiento que haya a nuestro alrededor e ir con mucho cuidado para no espantarlos.

Disfruta de la noche de Altárea.

Altárea, la ciudad flotante en la que comenzamos nuestra aventura, tiene una ajetreada vida nocturna. En la noche de Celestea no podremos salir a volar, pero sí podremos explorar la ciudad que sufre un cambio grandísimo entre el día y la noche. Para empezar, las calles de la pacífica ciudad se llenan de monstruos y hasta el más dócil gatito se saca la careta para rebelarse como una criatura demoniaca. Pero eso no es lo más atractivo de las noches altareanas, lo verdaderamente interesante es encontrar a los ciudadanos que no puedes ver por la calle de día o ver los cambios de caracter de los tenderos. Además, en esos momentos de oscuridad podremos realizar muchísimas de las misiones extras que no son posibles de día.

En el juego podemos encontrar varias misiones extra que además de contarnos parte de la vida de los habitantes de Altárea, nos ayudarán a conseguir determinados objetos que nos harán más facil el transcurso de la aventura. Además de estas misiones extra, podremos disfrutar de varios minijuegos desperdigados por Celestea o las tierras inferiores con los que conseguiremos rupias o algunos de los mejores objetos del juego.