(Análisis) Valkyria Chronicles

A veces, de la nada, surgen juegos que crean una saga nueva de culto, de auténtico nicho y éste es el caso precisamente con el juego que vamos a analizar hoy, Valkyria Chronicles.

Lo primero que debemos decir es que Sega ha creado una auténtica bomba que nadie se esperaba. Un juego claramente de rol estratégico y que además engloba algo muy aclamado por un público bastante numeroso, disparos. La manera en que ha conseguido juntar todo eso en su coctelera y que el resultado sea sobresaliente es algo que os vamos  a relatar en las siguientes líneas.

Un periodo de guerras.

La historia del juego nos sitúa en 1935, en Europa en un momento en el que hay dos grandes potencias enfrentadas que, a su vez, quieren conquistar una zona neutral muy rica en minerales, la Gallia, que termina estando obligada a luchar para resistir los ataques enemigos y que comience así lo que sería la Segunda Guerra Mundial contada de un modo alternativo y algo fantasioso al incluirse Valkyrias.

Todo comienza cuando Welkin, un hijo de un héroe de guerra, ve que nos les queda otra que luchar y junto con Alicia, una amiga de la infancia, deciden unirse a la milicia y combatir contra el Imperio y quien se les ponga por delante.

Es una historia que realmente engancha y que está muy bien relatada, así que con respecto a ese punto, no podremos quejarnos en absoluto. Es más, está todo tan bien tejido, que todos los personajes tienen sus propias historias individuales, sus añoranzas, sus sueños, incluso los secundarios que en este juego, al ser estratégico, no tendremos precisamente pocos en nuestro Escuadrón Siete. De modo que además de los diferentes personajes importantes como Welkin, Alicia y alguno más, también sabremos un montón de cosas de cada uno de nuestros compañeros de fatigas tanto por usarlos, como por leer cosas de ellos en sus fichas de personaje a las que podremos acceder siempre que estemos fuera de una misión.