Street Fighter X Tekken es un videojuego de lucha en 2D realizado por Capcom en el que, por primera vez, se enfrentan los personajes de Street Fighter con los de Tekken (franquicia de juegos de lucha en 3D) y además lo hacen en equipos de dos personas, aunque con un solo luchador que caiga derrotado, se acabó el round, como ya pasaba por ejemplo en Tekken Tag Team.
Como mezclar las dos sagas sin más les parecía aburrido a los desarrolladores, decidieron que Capcom hiciera el título que hoy procedemos a analizar y que fuera un crossover desde su punto de vista y con una jugabilidad muy del estilo de Street Fighter, cambiándose por tanto todos los combos de Tekken a un estilo más parecido al que vemos con Ryu, Chun-li y compañía. Mientras que Namco está trabajando en Tekken X Street Fighter para hacer lo mismo, pero a la inversa.
Aunque en la versión de PlayStation 3 hay más personajes que en la de Xbox 360 por temas de exclusividades con la marca y pudiendo controlar por ejemplo a Cole de Infamous, Pac-Man o a los dos gatos mascota de Sony (Toro y Kuro), ambas son ampliables con otros doce luchadores más que saldrán para PS Vita, incluidos desde el principio, y entre los que se echaban en falta varios personajes como Sakura o Blanka.
Ambas versiones de sobremesa, sin embargo, son idénticas como dos gotas de agua en cuanto a calidad técnica, jugabilidad y opciones, de modo que ninguna pierde con respecto a la otra.
Con multitud de combos y sin demasiada complejidad para los no acostumbrados a los juegos de lucha, pero con la suficiente profundidad como para atraer a los más veteranos, el juego nos mete de lleno en los combates con su pequeña estrategia de controlar no solo la vida y los momentos en que nos vendría bien cambiar de personaje o en mitad de un combo creciente o retirándonos algo del rival para sacar al reserva que estuviera descansando y, quizás, regenerándose vida perdida.
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