(Análisis) Dragon Quest VI

Antes hablábamos de la Abadía Vocationis, gracias a la cual a partir de cierto momento en la historia, podremos elegir una vocación para los personajes haciendo que así sigan un oficio para aprender sus habilidades y hechizos. Hay una variedad enorme tanto de una cosa como de la otra y además conseguir los realmente útiles pueden ser en ocasiones algo arduo, pero que sin duda nos merecerá la pena, pues, de otro modo, podríamos estar quizás demasiado tiempo con cosas demasiado débiles o poco certeras como hechizos de bajo nivel o que tan sólo golpeen a un enemigo, conjuros de cura que apenas nos sirven por ser muy flojos, o lo que es peor, semirresurrección, que falla bastante y por ello tendremos que ingeniárnoslas para hacernos cuanto antes con resurrección plena.

Gráficos y sonido.

Gráficamente el juego tiene una estética manga y unos escenarios super coloristas como de un mundo de fantasía, aunque al mismo tiempo son lugares que pueden resultar cotidianos y normales, aunque por supuesto los monstruos que habitan en las diferentes cuevas, bosques y llanuras no lo sean.

El diseño de personajes y monstruos también es bastante bueno, al nivel de siempre. En cuanto a su música, es fantástico cómo en cada momento encajan siempre todas las piezas con los momentos de la historia en que nos encontremos o los lugares que visitemos.

9

Conclusiones:

Dragon Quest VI tiene una historia tremenda, a la que se unen muchas pequeñas historias de distintos emplazamientos o misiones (principales o secundarias) que realicemos en la aventura. Además, argumentalmente sorprende y en duración no decepciona en absoluto.

Técnicamente es un juego muy mimado, con un gran staff a sus espaldas, y eso se nota.

Estamos ante uno de los mejores jrpg de Nintendo DS y no se puede decir que tenga precisamente pocos en su catálogo.

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