(Análisis) Disgaea 3: Absence of Detention

No todo está en simplemente utilizar a los personajes por defecto y se acabó. Como decíamos, podemos hacer muchas más cosas para notar mejoras en cuanto a acciones posibles realizadas por nuestro grupo o «ayudas» para que crezcamos como es debido. Para empezar, según matemos enemigos ganaremos puntos de maná, que podremos canjear en habilidades, potenciar las que ya tengamos o irnos a la clase a crear personajes o dejar que el consejo de profesores vote democráticamente si aprueba o no por ejemplo que tengamos un nuevo tipo de personaje, un aula de mayor tamaño para tener más personajes, enemigos más duros, objetos más caros o más baratos, enemigos más duros de lo normal, creación de clubes, etc. Las opciones son muchas, esto no es ir simplemente con un grupo sin más por una historia divertida y hasta ahí, sino que podremos escoger un montón de factores para hacer que por ejemplo todos los que se sienten juntos en las aulas se curen pagando menos a la enfermera o que ganen más puntos de maná aquellos que pertenezcan a un club determinado.

Si nos encanta crear personajes y además los vamos usando para ir desbloqueando así todas las clases nuevas y termina quedándosenos el espacio de la aula corto para hacer más, podemos enviar a hasta cien de ellos al aula de castigo y luego levantárselo cuando nos parezca que queremos volver a hacer uso de él o dárselo de papeo a alguien que tenga 1000 puntos de maná de sobra y al que le queramos subir sus atributos de forma permanente, a la vez que hereda habilidades que de otro modo probablemente nunca hubiera tenido. Suena bruto eso de sacrificar un personaje que has estado mimando para potenciar otro, pero es por algo bueno y además opcional.

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