(Análisis) Disgaea 3: Absence of Detention

El único pero de Disgaea 3: Absence of Detention es que se puede cambiar la vista con la pantalla táctil trasera y en muchas ocasiones con solamente coger la consola ya liaremos una fina, la parte buena de esto es que podemos desactivar esa opción para no terminar mareados con tanto cambio involuntario de vista. Por otro lado, la mayoría de cosas del contenido nuevo no se irán viendo hasta varias horas después de comenzar la partida. Los capítulos de Raspberyl están en la partida plus si escogemos comenzar con ella en lugar de con Mao, los hechizos de tipo tera cuesta la vida tener el maná para desbloquearlos con los magos y así con varios de los extras. Aunque desde el principio estará la aula de castigo o la posibilidad de absorber a los compañeros. Prácticamente todos los añadidos son para los más fans de la saga o aquellos que se enamoren del juego, los que simplemente se lo pasen sin profundizar en él, se lo perderán o verán tan poco que se preguntarán dónde están Stella y Rutile y desde luego no tendrán ni idea de qué es eso del land of carnage ni se enterarán de que tras acabar la historia podría decirse que es cuando realmente empieza todo con las cacerías de piratas, las subidas locas de nivel y conseguirse todos los personajes invitados que aguardan en mazmorras que son auténticos desafíos y en las que podremos infringir (o recibir) auténticas animaladas de daño.

Disgaea es una saga que no solo nunca ha perdido al pasarse a portátil, puesto que NIS suele currarse mucho sus ports, sino que incluso gana porque al tener ese punto de adicción tan alto con aquellos a los que les gusta, está mejor en una consola que uno pueda llevarse donde quiera, cuando quiera, sin tener que depender de estar en su casa o de que la televisión está libre. Además uno siempre puede dejarse la PS Vita en standby en mitad de un combate y continuar más adelante, cosa que en sobremesa no se podía y tocaba hacerse las mazmorras enteras del tirón o tirar de un gency exit en el caso de item world, class world o land of carnage si queríamos guardar e irnos. También cuando vayamos por ahí con la consola, nos conectará con otra gente por el near y así ganaremos puntos para que se nos favorezca un poco en las tiendas o a la hora de subir de nivel, pero esos puntos también se consiguen por otra serie de factores por quien no tenga el modelo con 3G o no encuentre puntos de acceso wifi abiertos.

9,2

Conclusiones:

Con Disgaea 3: Absence of Detention se demuestra que los gráficos no lo son todo y aun así se ven más nítidos y bonitos que en PS3 al haberse añadido ahora con un mayor suavizado, pero dejándose los sprites clásicos por quien los quiera, como ya se hizo con Disgaea 4.
Más opciones que nunca para engancharnos aún más de lo que podríamos hacerlo en un título en el que las mazmorras parecen infinitas y que siempre tengamos algo que hacer, como subir el equipamiento que queremos llevar al máximo gracias al item world o subir varios niveles y puntos de maná para potenciar nuestras técnicas pasando por el class world. Para los que busquen un juego largo, muy divertido y con un montón de cosas con las que entretenerse, que no se lo piense dos veces, porque podría descubrir la razón por la que se considera a esta saga la reina de los tactics rpg.

6 Respuestas a “(Análisis) Disgaea 3: Absence of Detention”

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.