Algo más a saber sobre la colecta de objetos es que hay algunos gratuitos dentro de los pueblos (como el agua o algún pescado), otros a la venta en tiendas para ahorrarnos viajes y con ello, días. Y la mayoría sólo se consiguen yendo precisamente a por ellos, lo cual es tan sencillo como plantarse delante de un punto de extracción en cualquiera de los muchos lugares a visitar en el mapa y recoger lo que queramos, que además siempre nos pondrá lo que es y su nivel de calidad además de sus características propias, algo muy importante para cuando queramos sintetizar. También, saldrán siempre los mismos tipos de enemigos y objetos en cada lugar del mapa y si son cosas ya descubiertas o vistas al menos una vez, habrá un letrero antes de entrar en cada sitio donde ya se nos especifique qué encontraremos dentro; algo muy útil para cuando queremos ir a tiro fijo para dar caza a unos enemigos en concreto o pillar por ejemplo hierbas o minerales.
Con respecto a los objetos, sin embargo, sí hay algo que no nos termina de convencer y es que si bien podremos llevar más objetos en mano más adelante, el almacén está limitado a 999 ítems y termina quedándose muy corto incluso aunque hagamos un montón de alquimia y hasta vendamos cosas que tengamos más que repetidas.
En cuanto al equipamiento, se nos explican cosas sobre cómo cambiarlo y hacer mejoras bastante antes de que vayamos a ser capaces de ponernos manos a la obra y hay bastantes restricciones al respecto, aparte de que no se dicen los ingredientes necesarios para hacernos lo que queremos, y toca andar haciendo pruebas para obtener algo mejor que las armas y armaduras base de nuestros personajes.
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